La investigación plantea importantes preguntas sobre los efectos a largo plazo en la salud de los niños que están cada vez más expuestos a las pantallas desde una edad temprana.
MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS).– Investigadores de la Universidad Gazi de Turquía han descubierto que la exposición a la luz azul, como la de los teléfonos inteligentes o las tabletas, puede acelerar el crecimiento y la edad ósea, lo que conduce a una pubertad temprana en ratas. Esta investigación, presentada en la 62.ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica en Liverpool (Reino Unido), arroja luz sobre cómo el uso de dispositivos.
Asimismo, plantea importantes preguntas sobre los efectos a largo plazo en la salud de los niños, que están cada vez más expuestos a las pantallas desde una edad temprana. A medida que los niños crecen y se desarrollan, los huesos largos, como el fémur, se van alargando progresivamente en cada extremo. Estos extremos en crecimiento (áreas de cartílago liso y elástico conocidas como "placas de crecimiento") acaban solidificándose, lo que detiene el crecimiento en altura.
Las niñas suelen dejar de crecer y alcanzan su altura máxima entre los 14 y los 16 años, mientras que los niños terminan su crecimiento entre los 16 y los 18 años. Sin embargo, en los últimos años, varios estudios han informado de un aumento de la pubertad precoz tanto en niñas como en niños, en la que pueden crecer rápidamente al principio, pero a menudo dejan de crecer antes de lo habitual. Un factor puede ser el aumento del uso de dispositivos que emiten luz azul.
En este estudio examinaron 18 ratas macho y 18 hembra de 21 días de edad, divididas equitativamente en tres grupos de seis y expuestas a un ciclo de luz normal, seis horas o 12 horas de luz azul hasta los primeros signos de la pubertad. Midieron su longitud y fémures y descubrieron que las ratas expuestas a la luz azul tenían un crecimiento más rápido, especialmente en sus huesos, y comenzaron la pubertad antes en comparación con las ratas expuestas a condiciones de luz estándar.
Investigaciones anteriores del mismo grupo también han demostrado que las ratas expuestas a la luz azul tienen un mayor riesgo de pubertad precoz. Sin embargo, esta asociación nunca se había estudiado antes en relación con el crecimiento óseo y el desarrollo puberal. "Este es el primer estudio que muestra cómo la luz azul podría influir potencialmente en el crecimiento y el desarrollo físico, lo que impulsa más investigaciones sobre los efectos de la exposición a las pantallas modernas en el crecimiento de los niños", enuncia la investigadora principal, la doctora Aylin Kilinç Ugurlu.
"Como se trata de un estudio con ratas, no podemos estar seguros de que estos hallazgos se repliquen en niños, pero nuestros datos sugieren que la exposición prolongada a la luz azul acelera tanto el crecimiento físico como la maduración de la placa de crecimiento, lo que conduce a una pubertad temprana", advierte la investigadora.
"Si bien el aumento del crecimiento puede parecer beneficioso, nuestro estudio también descubrió que la exposición a la luz azul provocó cambios estructurales más tempranos en las placas de crecimiento de los huesos de las ratas, lo que sugiere un impacto en la edad ósea a largo plazo. Esto significa que sus huesos maduraron demasiado pronto, lo que podría hacer que fueran más bajos que el promedio cuando fueran adultos", insiste Kilinç Ugurlu.
Los investigadores planean ahora investigar cómo la exposición a la luz azul antes de la pubertad afecta la altura y el desarrollo esquelético en ratas adultas.
"Queremos explorar los efectos a largo plazo de la exposición a la luz azul antes de la pubertad y descubrir si ciertas duraciones o intensidades de exposición tienen efectos reversibles o permanentes en el esqueleto más adelante en la vida. En última instancia, esta investigación podría conducir a medidas preventivas para el uso seguro de las pantallas durante el desarrollo infantil", finaliza Kilinç Ugurlu.